lo que había provocado la irritación que le condenaba y hasta si era cierto que algo en su interior, algo que la memoria no conseguía identificar, aprovechó aquel instante fatídico para ordenar a sus manos que atraparan el cuello de la mujer y apartaran elvelodelasuertequelecubría,poniendole al descubierto ante la mirada terrible. La oscuridad, dentro y fuera de sí, era el manto y la piel de una venganza nunca anunciada pero presentida. Acaso...