fines del siglo XX, requiere no solamente una osadía considerable, sino también poderosas razones y asombrosos hallazgos experimentales. Nada de esto: Chomsky no ofrece sino dos razones, ninguna de las cuales es suficiente. Su primer argumento procede del fracaso del conductismo.Puestoqueelniñonormalaprende a hablar «muy ligero», y puesto que es imposible aprender o internalizar una gramática a partir de los «datos magros y degenerados» accesibles al niño, éste debe haber nacido