perdido en que vivía Javier. Pero Poli no quería profundizar en el molesto asunto. Andaba de prisa, y cuando entraban por las calles asfaltadas rumbo al centro de la ciudad volvió a hablar: --Mi padre dice que todos tenemos lo que nos merecemos. Nocreasqueélempezóderositas.Luchó como nadie durante años muy difíciles en su juventud, y sigue luchando para mantener a flote sus negocios, y yo también tendré que luchar cuando me toque. Lo