en un ámbito intranquilo de misteriosos silencios, de pasillos desiertos, de sombras tensas e inquietas. Desde la última visita de Agus había pasado casi una semana y Miguel, durante todo este tiempo, no había hablado con el abuelo ni una sola vez.Lehabíaoídounamañanamarcharsedecasa muy temprano, pero ni siquiera había llegado a verle. Carmina pasaba la mayor parte del día recluida en su habitación, únicamente salía para realizar las faenas domésticas,