le pedía aprobación, comprobación, asombro ante la estupidez del amigo poseedor de tantos privilegios. --Ésta es mi casa --había dicho--. La casa que tenemos en el Norte --para continuar después--: ¿Tú lo entiendes? Lehabíatendidolafotografíaparaqueélobservase por sí mismo la soberbia estructura de la casa, la belleza del jardín, el azul sedoso de las hortensias, el rosa intenso de las fucsias, la glicina malva trepando por las