--, pero no conozco a nadie. --Conoces a María --dijo Genoveva. «Salir de aquí urgentemente... escaparme... huir. Burlar esta prisión invisible que se levanta en torno a mí...» La resistencia que Genoveva había mostrado durante todalanocheadejarlomarchar,laocasiónsiempre escamoteada de cortar la insólita velada, la tensión que ejercía para seguir despierto, le hicieron pensar en un secuestro. Secuencias de películas mezcladas con escenas reales asaltaron a