posible hecatombe natural, quizás una malhadada explosión atómica-, y yo soy su único representante y testigo. Debo por consiguiente reunir mis fuerzas y concentrarme para emprender el difícil y laborioso rescate: salvar el recuerdo de lo que ha sido. Hay que compilar el léxicooteka,escribirunagramáticayundiccionario, componer el largo poema de cincuenta mil versos que trace fielmente su epopeya, emular a Homero. Mi canto épico tiene que abarcar la totalidad de nuestro espacio