más si yo hubiera sabido! La misma Dunka, no podrás conocerla. ¡ Qué ojazos de miel con chispitas verdes, que unas veces se veían y otras no, según estaba ella...! Bueno, yo tampoco laconocí;ahoralopienso.Peroalfinheaprendido, con Hortensia. Es la que sabe, la que vale, más que ninguna jamás. Sus ojos claros, entre azules y violeta, no cambian nunca. ¡ Qué seguridad! Como la que a ti