piernas del viejo, cuya memoria retorna así a la guerra, mientras el niño al fin se sienta a descansar, satisfecho de sus proezas. -¡Vaya golpe final! ¡Así, escabullirte como nosotros nos infiltrábamos por los bosques! ¡Eso sí queesestarcopadoyescapardelatrampa!...¡Yalo sabes todo! ¡Así los hombres conseguimos vencer a los tanques y a los aviones!... ¡ Eres de los nuestros, eres todo un partisano, atacando y retirandote...!