, los sujetos, ya que no hay otros que los singulares. Al fin, los que así remiten inmediatamente a las posibles consecuencias públicas, sin detenerse, como en algo absoluto, en la desaparición de un particular de la condición quefuere-yaquelavidanovistenidemilitarnidepaisano-,seponen en el mismísimo punto de vista que los matadores, supuesto que, al igual que en la acción de éstos, la vida o la muerte de los individuos resulta valorada sólo en función de su capacidad de amenazar o de atentar a la