contestó nadie. Insistí en balde. Presa de inquietud, arranqué uno de los apliques que iluminaban y embellecían el rellano y usando a modo de ganzúa los alambres que detrás del elegante artefacto asomaron, abrí. La sala era un campo de Agramante. Del escritorio dondeelpobreancianotrabajabaensuscosas con tanto contentamiento no quedaban sino astillas, hilachas de las cortinas, añicos de las lámparas y pavesas de los libros, que los malvados que semejantes fechorías acababan de perpetrar
LAB:173.22
TRABAJAR.1 - Realizar una actividad que requiere esfuerzo