unos reflectores en perpetua rotación teñían de todos los colores del arco iris. Por último, en el centro geográfico de la sala había una mesa muy larga de fórmica o malaquita, yo no sé, a la que se sentaban no menos de doce prepotentes caballeroscuyascarassemeconfundenenel recuerdo, probablemente porque estaba yo entonces muy nervioso. El caso es que, siempre precedidos por nuestro acompañante, recorrimos la distancia que nos separaba de la mesa de juntas,
LAB:186.10
CONFUNDIR - No percibir conceptualmente la diferencia entre dos entidades, perder (o hacer perder) la 'claridad mental'