sé a qué se refiere usted, pero sus palabras me han llegado al corazón. Estoy seguro de que voy a hacer de usted una estrella. Pero antes de hablar de negocios, si ustedes me lo permiten, me voy a lavar las manos. De seguida vuelvo. Con grandes aspavientos y chascar de articulaciones se levantó el productor y salió del reservado cerrando la puertecilla. Cuando nos quedamos solos di salida a mi justificada indignación con estas duras palabras: --¿Qué has