telo poco la cobertura.) Pero, anda, pasa tu mano por debajo de mi camisón, reconoce y tira con fuerza. Ya verás, si no te asustas, cómo esto parte el corazón. ANAIS.- ((Se quita el sombrero y los guantes, se arremanga y mete sus pecadoras manos bajo las mantas, palpando.) ¡Dios mío, es verdad! ¡Es horrible! Un castigo. Sí, un castigo ejemplar. ((Arrodillándose
ZOR:011.17
QUITARI.1a - Dejar de vestir [lo que se lleva puesto]