me Ella te ha envenenado con su hechizo, con su delgadez, con sus mantas... Tú eres de los que les gustan desmejoradas. ¡No me sigas, no me sigas, no me sigas...! ((Villier no se mueve.)) Y continuaría repitiendolo aunque cambiases de opinión. ((Sale en tromba.)) ANAIS.- ¡Mi pobre Anaís, vuelve...! VILLIER.- .- Dejala. No se entera de que