, del mismo modo que lleva bien los trajes. Cuestión de raza. Un poco putrefacta, un poco decadente ya, pero raza. El misterio en él es que no habla en serio jamás, o casi, que no se entrega jamás y que por eso parece invulnerable, aunque uno sepa que no lo es, que no puede serlo, y que detrás de aquella mirada, desoladoramente sabia y vieja para ser la de un niño, hay un ser humano asustado
OCH:018.31
ENTREGAR.2c - (Fig.) Dedicar(se) [alguien] [a otra persona por amistad o amor]