selasselasle Oriente o de Occidente! Por decirlo en el repugnante, pero en este caso idóneo, lenguaje de la política de potencias, tal vez fue justamente la ausencia de esta incógnita en las ecuaciones de Galtieri lo que hizo que éste equivocase el cálculo. El Gobierno británico, a su vez, debió de ver con toda claridad que el argentino no podía en modo alguno haber contado con la posibilidad de una guerra abierta más que como último riesgo