lameselaste que elogiar a Hitler y su empresa. Aparte de que habría sido de todo punto inoportuno lo que te disponías a elogiar respecto de Sadowa: cómo Bismarck supo, con éxito -con aquella endiablada fuerza de carácter que tenía-, enfrentarse al Kronprinz, a Von Moltke y a todo el Ejército alemán para que renunciasen a cualquier compensación territorial sobre Austria, como la que ellos, según su idea del derecho de guerra, se obstinaban en tomar