sela lo eres." Poco después me marché y cuando llegué a tu casa, tía Delia me estaba esperando. Cada día salíamos por las tardes a recorrer la ciudad. Hablaba sin pausas y jamás te mencionaba. Al principio pensé que deseaba distraerme, sacarme de lo que a ella le parecía un ensimismamiento enfermizo. Pero supe que tenía miedo de los muertos. Me lo dijo Emilia, después de hacerme señas de que no te nombrara en su presencia