y ni siquiera nos saludábamos. Yo no necesitaba más para enamorarme, pues creía entonces que era eso lo que me había ocurrido con él. Aquella tarde me detuvo al cruzarse conmigo y me dijo que quería acompañarme. Deseaba despedirse de mí, pues su familia se marchaba a vivir a otra ciudad. Estaba muy triste, porque creía que ya no nos veríamos nunca más. De pronto te descubrí a lo lejos. Tú ya me habías visto y te