a inventar anécdotas de su vida que pudieran interesarte. Quería obligarte a apreciarla. Quizás porque era la hermana de Juana o porque desde un principio la consideré amiga mía. O es posible, pienso ahora, que yo deseara atraerte de nuevo hacia mí. Pues me habías dejado tan sola... Por eso no puedes imaginar cómo me sorprendiste aquella noche que me esperaste a la salida del comedor para contarme lo que habías soñado. No sucedía nada especial.