Motores rugiendo... EMILIA.- Ha sido un sueño teneros aquí. EDUARDO.- Ya nos hemos despedido, así que no penséis que vuestra madre y yo vamos a salir para agitar los pañuelos... (Toma asiento en un butacón ayudado por Emilia.) ... Aquí nos quedamos y hasta cuando queráis. RAMON.- No tardaremos en volver.