que manía del orden y de la limpieza, y papá... (A través del ventanal vemos aparecer en el porche a Eduardo con pelliza, guantes y gorro pasamontañas. Es alto y delgado, pero él, en cambio, no puede disimular su avanzada edad. Entra cansinamente en el salón. Emilia prosigue con su tarea: recoge los ceniceros, devuelve un par de botellas al bar haciendo un mohín de disgusto al comprobar que una de ellas está casi vacía, coloca bien