Reconoce que es un excelente motivo. EDUARDO.- Demasiado repetido. Ochenta y tres veces... EMILIA.- No seas presumido. Ochenta. EDUARDO.- ¿Nada más? EMILIA.- Así que por tu día especial te concedo un desayuno especial. EDUARDO.- Huevos, bacon, sal y mostaza, pan blanco, mantequilla y café. EMILIA.- Si empezaras a celebrar así tu día especial, seguramente no lo terminarías bien. (En el transcurso de