EMILIA.- Hija: las mujeres presentimos los engaños antes de que se produzcan, pero los maridos sólo se enteran de los nuestros si a nosotras nos conviene. Pensé contárselo, pero él había negado siempre tan sistemáticamente hasta sus aventuras más pueriles... Decidí que el día que él me confesara una, tan sólo una, yo le confesaría la mía. Pero jamás me dio oportunidad. (Transición.) Y ahora, confidencia por confidencia, ¿tú tienes que