del mundo haya cielos como mis cielos. Allá arriba, esperando: fríos o calientes, da igual, pero esperando. Yo, de chica, los miraba con la cabeza hacia atrás horas enteras, hasta que el cuello se me dormía. ROCIO.- Qué pequeñas hemos sido todas... Tan pequeñas que hasta una manzana podrida era para cada una la Isla del Tesoro. (Vuelve BEGOÑA y devuelve a cada una lo que le había quitado.) BEGOÑA.- (
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DORMIR.2 - (Fig.) Quedarse [una parte del cuerpo] cierto tiempo sin sensibilidad [a alguien]