- Puedo invitarte a vino y bocadillo. No, ya veo, no puedes negarte. O tal vez esta noche sería la última que bailases en este local. MIRIAM.- ¿Y qué tiene de malo que la inviten a una a un buen restaurante? (Ya se ha vestido.) VICTOR.- ¿Por qué lo hiciste? MIRIAM.- ¿Darte la llave de mi casa? Quizá porque hacía frío en la calle y te hubieras