botas y el tupé de Rossi hayan vuelto a poner a flote, siquiera de momento, al Gobierno de Spadolini, no de distinto modo a como la derrota de las Malvinas ha hecho, si no caer, sí por lo menos retirarse a sus cuarteles de invierno al presidente Galtieri. Y, por cierto, que del hecho de que el anuncio público de éste sobre la aventura tuviese mucho más eco popular del que esperaban quienes conocen el mayoritario descontento político de la población