, tomar cualquier decisión razonable. Sólo hubo algo que logró sacarme de mí mismo y, a su vez, me alejó del prado lleno de humedad y de misteriosos guiños luminosos, de la noche estrellada y enloquecedoramente hermosa. Tarde reparé en que sonaba una música en la casa; una música que se había confundido con mi nerviosismo. Antes de desaparecer, Francesca, habías dejado la radio encendida y en ella sonaba una música astillada, rechinante, brutal. Creo que era