sido Marescu el que le había proporcionado las noticias --todo aquel montón de periódicos atrasados-- también influyó en una determinación tan grave. Adriana encontró su destrucción con lo que precisamente Marescu esperaba salvarla. Las noticias provenientes de Italia habían producido en ella un efecto contrario al deseado. En Adriana había una doble personalidad. «En Adriana late otro ser que ella misma ahoga», había dicho Marescu en una ocasión. Jano recordó ahora con estupor estas palabras que eran todo un