Oyó por tercera vez, ligera e insistente, la llamada en la puerta, pero se encontraba completamente desfallecido. El alcohol y el sueño le vencían. El sueño le iba arrastrando muy dulcemente y dejó de sentir. 7 Alguien seguía golpeando en la puerta de la habitación. Jano abrió los ojos y oyó cómo llamaban, pero ahora de forma más fuerte e insistente. Era de día y la luz bañaba toda la habitación. Recordó que poco antes de dormirse también habían
CAR:121.02
GOLPEAR.2 - Tocar [alguien] [a la puerta] [con los nudillos] con mayor o menor fuerza o intensidad produciendo ruido para que le abran