. Se hallaba en el límite de sus fuerzas. Le invadía esa placidez que anuncia el desmayo final, la entrega definitiva al cansancio. Con sus pasos detuvo también su mente. Prefería no ahondar en la memoria ante el temor de arrastrar consigo otros fantasmas que, esos sí, ya creía olvidados. Era tarde para sacarlos a escena; además, era labor propia de espíritus fuertes y, por si esto fuera poco, su mismo desfallecimiento apagaba las últimas luces de la
MIR:106.12
ARRASTRARI - Llevar por el suelo, llevar consigo al marcharse.