: la de Los dioses oscuros, de Max Ernst. Entre el aparador y el sofá, lámpara con pantalla. En el primer término y hacia la derecha, mesa rectangular donde se come y también se trabaja. Cuatro sillas la rodean. Una o dos sillas más, quizá, por las paredes. En el primer término izquierdo de la calle y sobre una tarima movible, otra mesita con carpeta, papeles, bolígrafos y un magnetófono diminuto, con una silla tras ella