tuve una impresión que tú también me confirmaste haber tenido: la de que hacía muchísimo tiempo que nos conocíamos. A ello cooperaban tus sonrisas silenciosas, cierta picardía honda y sabia que te brillaba en los ojos y el gesto de inclinar la cabeza para guardar silencio de una forma que a mí me pareció premeditada. De un lado, estaban la perfección y la gravedad natural del rostro; del otro, la felicidad fácil de tu sonrisa. Y tu cuerpo fino y frágil
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INCLINARI - Modificar la posición vertical u horizontal de un objeto