. El comisario Baldasarre era un hombre corpulento, cetrino y a juzgar por la traza, abúlico, negligente, poco dado al aseo. Parecía cansado, atento únicamente a encontrar un sillón donde echarse. Lo encontró, suspiró, cerró los ojos y volvió a abrirlos. Ahora se diría que miraba el vacío, con ojos inexpresivos pero benévolos. Contestó: --Justamente, lo estaba esperando para hacerle esa misma pregunta. Rugeroni se dijo: «Todavía va a
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CERRAR.2a - Juntar [los componentes de los que están formadas algunas partes del cuerpo]