aunque ya en sus postrimerías desteñida y hecha un trapo. Pero me parece de justicia quitarle a la palabra «combinación» sus posibles resonancias de negocio desaprensivo, ya que ni Pilar Primo de Rivera ni las colaborad de su apostolado amasaron una fortuna predicando el ahorro, la sonrisa, la gimnasia al aire libre y el baile regional. La clave del buen resultado de la Sección Femenina de Falange hay que buscarla en su antifeminismo, que la hacía grata a los ojos