«prosperit Se ambicionaba de forma desaforada, se envidiaba subrepticiamente o se condenaba como origen de todos los males. Pero nadie podía estar cansado de lo que no tenía, y menos que nadie los que empezaban a probarlo y a imponerlo: los nuevos ricos. Los personajes de Frank Capra no eran nuevos ricos, sino ricos marginales que tal vez empezaban a aburrirse de serlo y añoraban otra cosa. Fabricaban cohetes o tocaban la armónica, pero vivían en casas