sela los bulto a lo lejos. Claro que no todas las chicas con ganas de novio estaban por la labor de respetar aquellos sistemas de reina ofendida. Sabiendo, como sabían, que entre la competencia había muchas que no los respetaban tampoco, preferían optar por la alternativa de dar facilida Las que se consideraban más modernas, más o menos seguidoras de los usos amorosos de las «topolino», acortaban ostentosamente las distancias, en vez de guardarlas. En un texto