aquellas gentes sin ley pertenecían a la misma feligresía que otros vecinos simplemente «venidos a menos». Y el temor de las autoridades era el de que la manzana podrida contaminara a la sana, y no al revés. Generalmente se reconoce que la libertad de trato entre muchachos y muchachas era absoluta, así como la indiferencia de los padres ante el hecho de que sus hijos, desde la primera edad, camparan tranquilamente por sus respetos, ...salvo, naturalmente, en las
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RECONOCERI.1 - Admitir o manifestar [alguien] [la veracidad de algo, esp. un hecho]