saber, que somos inventivos y aprendemos combinando la experiencia (percepción y acción) con la razón. Aprendemos algunas ideas de la experiencia (o por generalización inductiva de ésta), otras por imitación, y otras más por invención: creamos conceptos e hipótesis que deben poco o nada a la experiencia. Esto no es misterioso: el cerebro humano es notablemente plástico (vease Bunge 1980 a). El fracaso del conductismo no es un buen pretexto para atrasar el reloj a