La exaltación de la insinceridad, a que ya he hecho suficiente referencia, llegaba a postularse en términos tan descarados como los siguientes: Para ganar en quites de amor, hay que empezar por perderle el respeto a la sinceridad. Empezando por ahí, ya hemos visto el proceso que seguían los estudiantes de aquella asignatura; no hace falta insistir en ello. A lo largo del presente trabajo, creo haber dejado suficientemen claro que la pérdida del respeto a la sinceridad fue causa