apoyando una mano en el borde del bidé y la otra en el de la bañera. Por un momento siente que pierde la cabeza pero es sólo una sensación. Vuelve al lavabo y esta vez decide empapar el cabello, parece que reacciona al frescor, el agua escurre por el cuello y se introduce bajo la camisa. Vuelve a enjugarse la cara con las manos. Los párpados ya no pesan tanto. ¡Reacciona! Esto es sólo un bajón. Tienes que superarlo