Karachi, Bakomo y Calcuta; por un Berlín-Kreuzberg que es ya un Estambul del Spree y una Nueva York colonizada por boricuas y jamaiquinos; por un futuro Moscú de uzbecos y chinos y una Barcelona de tagalos y negros, capaces de recitar de memoria, con inefable acento, la Oda patriótica de Maragall. UNA TARDE EN LA OPERA Los manifestantes que, empleando los medios de locomoción más diversos -desde el apabullante Rolls Royce al democrático billete de metro-- convergen en la majestuosa