en un excedente de energía que inviste a cualquier movimiento o gesto de un aire de resolución brusca, de un suplemento de tensión a primera vista desproporcionada. En lugar de resignarse a su sino, el sector más desfavorecido del vecindario reacciona frente a él con prontitud y decisión. La vigencia animal de la ley del más fuerte le obliga a economizar sus sentimientos y adaptarse a un ambiente competitivo y hostil que excluye a priori todo error de juicio o debilidad. Pulcritud,