sese que es posible cambiar de planeta? Fue a verlos. Caminaba por un paisaje otoñal: un sendero escoltado por una doble fila de árboles desguarnecidos y enfermos, con el suelo cubierto de hojas. El viento era frenético y se movía con dificultad. La mansión, a lo lejos, parecía un colegio selecto, quizás una clínica de lujo o lugar de reposo. Había anochecido bruscamente y todas las luces estaban encendidas. Pasó frente a las dependencias del edificio principal