selas concuerde mejor que G2 con la intuición del lingüista no debería contar como elemento de prueba; y el que G1 sea más sencilla que G2 (¿en qué respecto?) no debería contar como razón. Por supuesto, Chomsky podrá replicar que la evaluación lingüística debe fundarse sobre la intuición y la percepción de simplicidad del hablante-oyente ideal. Pero ésta no es una contrastación empírica, porque no hay personas ideales. En resolución, la GGT carece de un procedimiento de