Para decirlo en otros términos: podemos abrazar el innatismo moderado o potencial, pero no el radical o actual. Según el primero, cada uno de nosotros hereda ciertas propensiones peculiares, por ejemplo, a aprender trabajos manuales o a realizar tareas abstractas. En cambio, el innatismo radical, del tipo de Platón, Leibniz o Kant, afirma que nacemos con ciertas ideas. Tanto el innatismo moderado como el radical son compatibles con el monismo psicofísico tanto como con el dualismo.