vidente, lograba entrar en otro espacio, sin tiempo, donde aún permanecía tu infancia, tu adolescencia, tu juventud. Su memoria era inmensa. Un mundo completo y tan inalcanzable como el de los muertos cabía en ella. Yo cerraba los ojos y, en la oscuridad de mis párpados, te contemplaba como a un fantasma vivo que ella convocaba para mí. Entre nosotras apenas existían más palabras que las que surgían de su memoria, siempre referidas a ti. Y,
SUR:045.07
CERRAR.2a - Juntar [los componentes de los que están formadas algunas partes del cuerpo]