Texto contextualizado: |
engañaba, pues la tormenta que estallaba en mi interior nada tenía que ver con la que se descargaba sobre los tejados de la ciudad. En realidad, Monteoscuro nada tiene de fantasmal. Son precisamente los días de sol los que mejor ayudan a descubrirla. Monteoscuro no es una ciudad muerta. Tú misma lo habrás comprobado, Francesca, si alguna vez llegaste ante sus puertas en uno de esos atardeceres en los que las flores silvestres y las yerbas desbordan en los jardines |
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