entonces con suma claridad que eran celos, unos hondos e inexplicables celos, los que Betina sentía, los que justificaban su extraño comportamiento, su entrega o sus huidas. Por eso procuró poner rápido remedio a la situación. Se sentía animado por la escena acaecida aquella misma tarde al borde del río, sobre las hojas secas. Así que, aprovechando que los demás estaban distraídos con la conversación, se acercó disimuladamente a Betina y con sigilo le dijo: --Mañana a mediodía
CAR:089.17
ANIMARI - Dar ánimo, valor o energía a alguien. Por ext. reavivar un sentimiento, amenizar un acontecimiento.